El arroz integral es un arroz descascarillado y limpio, pero sin pulir.
Se le ha quitado la cubierta exterior pero conserva la mayor parte de su cutícula o salvado que cubre al grano por lo que aporta más fibra, minerales y vitaminas.
El arroz integral es una excelente fuente de fibra, la cual juega un importante papel en la regulación de la función intestinal. No deja de resultar paradójico que la fibra, una sustancia que ha sido menospreciada durante años ocupe ahora un lugar destacado en nuestra alimentación y sea imprescindible en cualquier dieta sana y equilibrada.
Esta función es fundamental para evitar el estreñimiento y para prevenir el cáncer de colon.
El arroz integral además de la fibra aporta hidratos de carbono, agua, proteínas, sodio, potasio, fósforo, aceites vegetales, calcio, hierro, provitamina A, Niacina, vitamina B1 o tiamina y vitamina B12 o riboflamina.
Su valor energético es de 350 cal por 100 gr.
Sus proteínas se aprovechan mejor si se mezcla con las legumbres.
Esto es especialmente conveniente en los niños y adolescente, en los ancianos y en las dietas donde las proteínas de origen animal sean escasas o nulas como sucede en los regímenes vegetarianos.
En los adultos se recomiendan unos 25 gramos de fibra diarios.
En el caso de los niños, la cantidad de fibra necesaria se calcula sumando cinco unidades a la edad del niño.
Fuente: Pulevasalud.com